martes, 15 de enero de 2013
lunes, 14 de enero de 2013
-Efemérides Tangueras-
En un día como hoy....
conmemoramos el aniversario de uno de los mas grandes directores que tuvo nuestra música ciudadana, el maestro Juan D'Arienzo
En la época que abarca las décadas del 30, 40 y 50, la música popular tanguera se adueñó de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo, a través de programas radiales, presentaciones teatrales, películas de largo metraje, y bailes que se realizaban en cabarets, club sociales y en los famosos bailes de carnaval tan asiduamente concurridos.
Entre las orquestas que amenizaban ese entorno musical, se destacó gracias al concenso popular, la dirigida por el violinista, compositor y director don Juan D’Arienzo.
Para muchos eruditos en la material, Juan D’Arienzo con su nueva forma de interpretar el tango, la de marcar efusivamente el compás del dos por cuatro, dió vida a una música que estaba estancada en un pozo sin salida. Pero ese Nuevo compás más rápido y sensiblero, hizo que la juventud lo volviera a escuchar y más que nada a bailar.
Si bien D’Arienzo forma su primer conjunto en el año 1928, actuando en distintas funciones teatrales, es realmente en el año 1935 cuando se le acerca a su orquesta el pianista Rodolfo Biaggi, y juntos animan los bailes del cabaret “Chantecler”, dándole dicho pianista el ritmo que luego lo hiciera tan famosa a la orquesta de D’Arienzo. Cuenta la anécdota que cuando Biaggi comienza a acompañar a la orquesta, el maestro D’Arienzo no le permitía al joven pianista realizar ni demostrar sus aptitudes, ni hacer ningún cambio en el ritmo o el compás. Pero una noche que el director llegó tarde a la actuación en el cabaret, generalmente la orquesta comenzaba a tocar sola, hasta que llegaba D’Arienzo, a Biaggi se le prendieron las lamparitas y empezó a tocar el tango “9 de Julio”, y el público asistente lo bailó con tanto gusto que cuando llegó D’Arienzo le pidió a gritos y aplaudiendo que continuara con ese ritmo tan novedoso y entrador, que el maestro no tuvo otro remedio que tocarlo durante toda la noche entre la algarabía y los aplausos de los bailarines.
Las primeras grabaciones de la orquesta son en el vals “Desde el alma” y el tango “Hotel Victoria” en Julio de 1935 y el vals “Penas de amor” y el tango “Tinta verde” en agosto del mismo año, con la actuación del pianista Lidio Fasoli. Cuatro meses después aparece grabando con el conjunto Rodolfo Biaggi y lo hace con el vals “ Orillas del Plata” y el tango “ 9 de julio”.
Cuando Rodolfo Biaggi se retira de la orquesta a fines de 1938, Juan D’Arienzo era el señor y rey de la noche porteña, a pesar de que en ese mismo momento tallaban orquestas de la categoría de Troilo, Canaro, Lomuto, Fresedo y Julio de Caro.
En esa época se ponen de moda los cantores de orquesta que sólo interpretan una estrofa, que son los llamados “estribillistas’, que como su nombre lo indica sólo entonan un estribillo en el medio de la canción. La orquesta de D’Arienzo es una de las primeras orquestas que cuenta en sus filas con un estribillista y asi vemos como cantores que después fueron de renombre tales como Carlos Dante y Francisco Fiorentino acompañan a la orquesta en esa especialidad. También el cantor uruguayo Walter Cabral fue uno de los primeros estribillistas que grabó con la orquesta de Juan D’Arienzo. Pero el cantor que más tiempo cantó acompañando a la orquesta fué Alberto Echagüe. También se lucieron Hector Mauré, Armando Laborde, Mario Bustos, Jorge Valdés, Carlos Casares y Osvaldo Ramos.
La principal característica de la orquesta era el compás remarcado por el piano en el cual fueron grandes interpretes que resaltaban esa modalidad, pianistas como Rodolfo Biaggi, Fulvio Salamanca y Juan Polito.
Entre las interpretaciones más conocidas y exitosas de esta notable orquesta, podremos recordar los tangos “La cumparsita”, “Felicia”, “Hotel Victoria” “Rodriguez Peña”, “Derecho Viejo” “Don Juan” “El entrerriano” “Rawson” “Nueve de Julio” y muchas, muchas más piezas que fueron joyas musicales de la liturgia tanguera. No quiero olvidar que D’Arienzo también fué considerado el rey de la milonga, ya que la milonga “La puñalada” escrita por el compositor uruguayo don Pintín Castellanos, tiene el record mundial de grabaciones vendidas en ese género musical.
Quiero destacar que a pesar de su gran fama a nivel internacional, D’Arienzo nunca quiso salir fuera del país, pues le llovían los contratos para ir a actuar en Europa, Japón y los Estados Unidos.. Y el motivo era que le tenía miedo pánico a viajar en avión. Solamente viajaba en el vapor de la carrera a Montevideo, donde actuó infinidad de veces, especialmente en Carrasco, donde según declaraciones del propio D”Arienzo era un lugar de ensueño en el que se sentía muy cómodo y querido por el público uruguayo.
Contaba el mismo D’Arienzo que el Emperador Hirohito, que era un gran amante de la música tanguera, le mandó a través de la embajada japonesa, un cheque en blanco, para que el maestro lo llenara y luego fuera con su orquesta a tocar a Japón. Como la contestación fué negativa, por miedo a viajar en avión, el emperador le pidió que viajara en barco, a lo que el maestro contestó negativamente porque tampoco quería meterse 40 días en un barco. Entonces el Emperador le dijo que le mandaba un submarino japonés para llegar más raápido, pero D’Arienzo le contestó que tenía miedo que Japón se metiera en otra Guerra, y que por ese motivo desechaba la invitación del Emperador!
A la muerte de D’Arienzo, ocurrida en el año 1976, le sucedieron sus integrantes, formando el conjunto “Los solistas de D’Arienzo” continuando de esa manera el mismo estilo, ritmo y compás que el gran director creara para el placer de todos los tangueros del mundo entero..
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