Don Alberto Merlo nacido en el pueblo santafecino Colonia Bossi, el 2 de febrero de 1931, aunque Alberto Merlo nació para la milonga, el triunfo, la huella, la cifra, el estilo, en 1949, año en que se subió por primera vez a un escenario
Como un historiador, que relata los acontecimientos del espíritu del hombre de la llanura, Alberto Merlo utiliza el canto como su plegaria.
Alberto Merlo, comenzó cantando tangos, aunque su música íntima siempre fue la milonga.
Como un historiador, que relata los acontecimientos del espíritu del hombre de la llanura, Alberto Merlo utiliza el canto como su plegaria.
Alberto Merlo, comenzó cantando tangos, aunque su música íntima siempre fue la milonga.
Aquí les dejo una Milonga medio nostálgica.
Para ver y escuchar:
ESTACIÓN DE VÍA MUERTA
Letra de Luis Domingo Berho
Música de Francisco Chamorro
Estación vieja y deshecha
que fuiste una romería,
cuando era todo alegría
pa los tiempos de cosecha.
Hoy parece que te pecha
el mancarrón del olvido,
quién sabe por dónde han ido
bolseros y capataces,
hombres fuertes y capaces
que pa siempre se han perdido.
que fuiste una romería,
cuando era todo alegría
pa los tiempos de cosecha.
Hoy parece que te pecha
el mancarrón del olvido,
quién sabe por dónde han ido
bolseros y capataces,
hombres fuertes y capaces
que pa siempre se han perdido.
Ya no se ve ni un linyera
pal lao del embarcadero,
ni una estiba con letrero
de una firma cerealera.
Ya por tu enorme tranquera
no dentra ninguna chata,
el carrero no desata
su famosa caballada,
ni descarga en la planchada
las bolsas por la culata.
pal lao del embarcadero,
ni una estiba con letrero
de una firma cerealera.
Ya por tu enorme tranquera
no dentra ninguna chata,
el carrero no desata
su famosa caballada,
ni descarga en la planchada
las bolsas por la culata.
Ya no hay muchachas bonitas
paseando por el andén,
que iban a esperar el tren
en las lindas tardecitas.
Contra tus vías limpitas
no se estrella el sol radiante,
y en esa quietud constante
de las ruinas que allí quedan,
ya ni se mueve la rueda
de tu molino gigante.
paseando por el andén,
que iban a esperar el tren
en las lindas tardecitas.
Contra tus vías limpitas
no se estrella el sol radiante,
y en esa quietud constante
de las ruinas que allí quedan,
ya ni se mueve la rueda
de tu molino gigante.
El cambista no camina
con la blusa azul aquella,
ni la máquina resuella
con su aliento de neblina;
ya no están en la oficina
ni el jefe ni el auxiliar,
ya no se oye repicar
el telégrafo tampoco,
y los gorriones, de a poco,
han terminao por copar.
con la blusa azul aquella,
ni la máquina resuella
con su aliento de neblina;
ya no están en la oficina
ni el jefe ni el auxiliar,
ya no se oye repicar
el telégrafo tampoco,
y los gorriones, de a poco,
han terminao por copar.
Tu señal está tranquila,
tus galpones carcomidos;
en esos rieles dormidos
ya no hay vagones en fila.
No se ve ninguna pila
sobre tu playa desierta;
tu campana no despierta
y es su badajo oxidao...
¡un lagrimón olvidao
llorando una vía muerta!
tus galpones carcomidos;
en esos rieles dormidos
ya no hay vagones en fila.
No se ve ninguna pila
sobre tu playa desierta;
tu campana no despierta
y es su badajo oxidao...
¡un lagrimón olvidao
llorando una vía muerta!