miércoles, 23 de febrero de 2011

Especial de Tango

Este es un Video de Tango Multimedia interactivo del Portal oficial de promoción de la República Argentina.

 http://www.argentina.ar/especial/tango2/index.php

 

lunes, 7 de febrero de 2011

Los judíos en la historia del Tango

La historia del tango tiene sus cimientos en los inmigrantes que llegaban a Buenos Aires a finales del siglo XIX, buscando un mejor destino que no encontraban, alejados de sus familias, solos, sin mujeres. En este marco de melancolía, surge un ritmo, producto de la mezcla de sentires.

A fines del siglo XIX, nace la Historia del Tango en Buenos Aires. Época de inmigrantes, que se agrupaban en los conventillos de los alrededores del puerto. Entre esta población extranjera estaban los judíos, venidos de Europa Oriental. Eran los tiempos de La Varsovia (Zwi Migdal), la mayor organización del crimen en el Río de la Plata.
El Tango surge de los inmigrantes desconformes con la economía que encontraron a su llegada. Es el producto de la gente humilde sin cultura musical de ninguna clase, que improvisan sus canciones con la guitarra, contando sus historias de vida. Sin embargo, de Polonia, Rusia o Rumania, llegaban violinistas judíos, los que ingresaban naturalmente al ambiente tanguero.
En Buenos Aires había barrios judíos como Balvanera, Abasto, Villa Crespo, Paternal, y se convirtieron en los barrios del Tango por excelencia.

El aporte judío a la historia del tango:

En el ambiente tanguero, el antisemitismo era menor que el que observaba la sociedad en general. No obstante, fueron muy pocos los judíos que llegaron a ser primera figura en la historia del tango, pero lo general era que se mantuvieran anónimos como músicos de fondo.
El tango amenazaba disolver la identidad judía, lo que representaba un obstáculo para el relacionamiento que estos inmigrantes tenían con el tango. El uso de seudónimos contribuyó a ocultar la condición judía en los tangueros, lo cual hacía que fueran mejor recibidos.
Algunos autores escribieron tangos antisemitas, pero no tuvieron éxito. Otros, que escribían obras teatrales de corte decididamente antisemitas, no trasladaron sus prejuicios a las letras de tango. El aporte judío dio impulso empresarial al tango, pero no lo hizo con el aspecto artístico
Fue en los prostíbulos donde los músicos judíos se encuentran por primera vez con el tango, al cual hacen aportes en cuanto a lo musical, pero sin ocupar posiciones notorias o de gran renombre. EL TANGO JUDIO

La mayoría conservó sus nombres y costumbres, pero algunos en cambio, los menos, utilizaron seudónimos que disimulaban su origen.

Del libro "El Tango" Una historia con judíos, de José Judkovski.


Tocáme un tango en idish
Que sea jasidico
O... De la contra
Que la Bobe lo entienda
Y lo pueda bailar.

Toca musiquero
Con sentimiento judío.
Toca el tango, tocalo
Con alma y fervor.

Tocáme un tango de sobrevivientes
Del Pueblo disperso.
Que niños y adultos
Entiendan.


Nota de: El zorzal criollo.com

miércoles, 2 de febrero de 2011

La venganza del principiante

El alumno primerizo solito irá trazando su camino, probando escuelas y maestros de tango, buscando un modelo a seguir, no imitar, sino seguir. En ese largo derrotero académico yo pasé una temporada en las clases colectivas de , Stella Báez y Ernesto Balmaceda, aplicados docentes de tango salón.

Recuerdo que en el grupo había una chica muy ansiosa por evolucionar. En una ocasión, para sorpresa del resto, se negó a practicar un paso con un principiante,Estelita, que no se guarda nada, la llamó al orden. argumentando que ella estaba en un nivel intermedio y que no había pagado para “retroceder”, sino avanzar. Estelita, que no se guarda nada, la llamó al orden.
 

aprendiendo el básico…fotos Naoko Tango y Gabriel Glagovsky/ Tangocool

 ”Cuando vos empezaste, seguramente hubo un alumno avanzado que te ayudó a practicar los pasos. Ahora te toca a vos devolver el favor. Y eso no es retrocer: es ser buen compañero”, le reprochó en forma privada.

¡Cuánta razón tenía Stella!…y no solo por el asunto de la solidaridad. Que al iniciado ahora no le salga el ocho, no significa que en tres años no vaya a convertirse en un eximio bailarín. Si eso pasa es probable que nunca olvide a la tonta que esa vez lo ninguneó.
                             
                                                                                                                                                                                          gabriel
Gabriel Glavosky en plena clase, foto gentileza de oscar Pereiro.

 Y la venganza del principiante no tiene fin: si el día de mañana se la cruza en alguna milonga, ni por lástima la sacará a bailar. Ella le clavará la vista con ojos de ternero cuando compruebe que al tipo le salen todas las profesionales, que hasta lo saludan con un beso antes de que arranque la tanda. 
Por eso es importante saber que para evolucionar hay que estar siempre dispuestos a practicar con todos, pues un buen bailarín baila bien a cualquier mujer, y una buena bailarina se luce hasta con una madera. La ansiosa en cuestión es hoy, a casi 7 años de esta anécdota, una más del montón. Incluso hubo una época en que para compensar su innata dificultad para la danza cometió el error de caer vestida a la milonga con ropas estrechas y transparentes.
En cambio, el principiante es hoy un codiciado milonguero que abraza lindo y pisa a tiempo… y por el que algunas cúantas suspiran.
Moraleja, no subestimes al principiante sólo porque pega saltitos: pronto acariciará el piso…

Nota de: lanacion.com