Desarrollo del Tango Argentino
Los Inicios
"La Coqueta" de A. De Nincenetti y "Elizalde" de autor anónimo datan de 1866 y 1868, respectivamente. El Peringundín es de 1883. De 1890 es "Qué Polvo con tanto Viento" y "Don Juan" de Ernesto Poncio, data de 1898. El primer tango estructurado en aquellos días es "El Entrerriano" de Rosendo Mendizábal, estrenado el 25 de Octubre de 1897 en la "Casita" de María Rangolla (La Vasca). Con este tango se inicia la modalidad que caracterizó al tango durante la llamada "Guardia Vieja". En el año de 1915 el Tango empezó a mostrar su idiosincrasia porteña bajo la inspiración de ilustres como Arolas, Bardi, Francisco Canaro o José Martínez, quienes principiaron a divulgar el nuevo ritmo que reemplazó definitivamente al original con que los morenos haitiano-cubanos crearon 100 años antes el primer género denominado "Tango".
La Guardia Vieja
Está constituida por los conjuntos y autores de esa época primigenia; ya la incorporación del bandoneón enlentece la ejecución del tango debido a dificultades técnicas de su empleo, pues la mayoría de los músicos usuarios no era de escuela.
Entre los más importantes que llegaron al registro fonográfico con sus conjuntos, se hallan Vicente Greco (1911), Juan Maglio "Pacho" (1911/12), Genaro Espósito "El Tano" (1912), Eduardo Arolas (1913). Si bien se va mejorando paulatinamente la línea musical, hay una estructuración armónica elemental, poca variedad de estilos y consecuentemente ausencia expresiva de madurez musical.
En 1917 Canaro y Firpo agregan el contrabajo para reforzar el ritmo, apelando al cello Firpo y Arolas en sus respectivos conjuntos, creándose desde entonces el esbozo del sexteto típico, grupo instrumental que estaría formado por dos bandoneones, dos violines, piano y bajo, cuyo lapso de actuación más intensivo se extendería de 1920 a 1935. Entro otros, destacamos a Luis Petrucelli, Pedro Maffia, Osvaldo Fresedo, Juan Carlos Cobián y Julio De Caro.
La Escuela Tradicionalista
Integrada por conjuntos en los que prevalece la marcación rítmica sobre los recursos orquestales de carácter armónico, manteniendo la ejecución musical encuadrada en un estilo similar al del tango primitivo. A efectos de lograr una más densa sonoridad, se amplía el número de ejecutantes, llevándose a cuatro o más la fila de bandoneones y violines, agregándose a veces otros timbres (clarinete, trompeta, etc.).
La Época de Oro
La Época de Oro para los milongueros que disfrutaron de la música de Juan D'Arienzo "El Rey del Compás" cuyo ritmo vivo y cortado, con todos los instrumentos tocando al unísono, invitaba a bailar. Aníbal Troilo, el más grande bandoneonísta de ese tiempo, formó diferentes agrupaciones y conformó un repertorio impresionante. Osvaldo Pugliese, de los más grandes, Di Sarli también es de ese tiempo junto con Ricardo Tanturi, Miguel Caló, De Angelis, José Basso, Francisco Rotundo, Angel D´Agostino, Florindo Sassone, Osvaldo Fresedo y Alfredo Gobbi.
Los arreglistas jugaron un papel muy importante en esta época -Ismael Spitalnik por ejemplo, que fuera bandoneonista, compositor y músico de Angel D'Agostino, Horacio Salgán y Miguel Caló, realizó arreglos para Juan Carlos Cobián, Aníbal Troilo, Francini-Pointier, José Basso y, hacia el fín de la Epoca de Oro, hizo arreglos y fué parte de la Orquesta del inolvidable Osvaldo Pugliese- Ah, un fenómeno curioso: se alienta la aparición de cantantes solistas pero se caracteriza su intervención como la de un instrumento más de la orquesta, es decir, la orquesta no modifica su ritmo para que el vocalista se luzca sino éste se asimila a la ejecución total que resulta bailable de principio a fin. A final de los 50's, por diferentes razones, como que empezó a languidecer el tango y también como que escasearon sus poetas.